El origen de la Pastelería Royal se debe a la pasión desde pequeño
por los dulces de José Manuel de la Iglesia y la gran oportunidad que
tuvo de estudiar Hostelería en el Gremio de Pasteleros de Santiago.
Fueron
12 años de enseñanza, hasta que decidió trabajar por su cuenta. Eligió O
Carballiño ya que le ofrecieron la antigua Pastelería Royal y, con su
mujer Estrella Fernández, decidieron desplazarse hasta esta villa y
continuar con su labor.
El reto de mantener el prestigio y
continuar la gran labor realizada a lo largo de los años fue llevado con
gran dificultad y esfuerzo por los nuevos propietarios.
Acogidos con gran animosidad por parte de los habitantes del lugar,
decidieron montar un despacho más en la villa en el año 1985.
Al llegar el año 97 tuvieron que dejar el local y trasladarse a otro.
Fue en este preciso momento cuando el maestro pastelero José Manuel de
la Iglesia realizó la mayor parte de su obra arquitectónica chocolatera y
empezó a evolucionar su producto para adaptarse a los nuevos tiempos.
Estas obras sorprendían y endulzaban (y todavía lo hacen) a todos los
que pasaban y, a lo largo del tiempo, lograron romper barreras y
llegaron a conocerse nacional e incluso internacionalmente.
En
la actualidad, la Pastelería Royal está intentando que se reconozca su
labor artesanal con la realización de productos desaparecidos de los
paladares de las nuevas generaciones -y no tan nuevas- y llegar a
demostrar la riqueza de sabores que existen en la cultura gallega.
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